No recuerdo ni cuando ni donde nos encontramos por primera vez pero recuerdo que fue amor a primera vista. Reconoci en ti el sufrimiento y la genialidad a partes iguales y la pasion. Pasion como para dar vida a un millon de supernovas.
Solo de mirarte frente a frente ya sabia que tu me comprenderias, a mi y a mis poemas desahuciados, de desamor y vida. Sentia que tus ojos me miraban y me decian. «Si yo lo hice tu puedes hacerlo, amiga mia».
Ambas hemos amado con locura, accidentado nuestras vidas, dormido con el dolor bajo la almohada, suplicado una caricia, regalado nuestro cariño, sonreido, llorado, creido y maldecido. Mujeres de raza y sangre. Artistas amantes.
Algunos se llevaran las manos a la cabeza por mi atrevimiento Frida, diran que yo soy solo una simple mujer que escribe poesia, pero tu y yo sabemos que eso es precisamente lo que importa y lo que nos hermana; la mujer que soy aqui y ahora, escribiendote esta carta, dolorida y con el corazon partido es la misma mujer que fuiste tu un dia, el mismo dia que decidiste tomar tu dolor y darle alas con tu arte. Y ya nunca dolio tanto la soledad, verdad?
Todas somos tú Frida. Todas amamos pero no todas somos tan valientes para hacerlo desde la libertad de ser mujer. Desde el poder que se nos ha sido otorgado por la naturaleza. Por eso quiero agradecerte lo que nos has legado con tu vida y con tu arte. La lección de vida que fuiste para mi y para muchas otras mujeres artistas y amantes.
Tú me has enseñado que cada minuto que estamos amando es un regalo y es nuestra fuerza vital. Si amas no existe el miedo. Si amas, quizas duela pero es un dolor que engrandece el alma porque cuando amamos somos el ser único que vinimos a ser. Y cuando estamos creando, cuando nos entregamos a nuestro arte en cuerpo y alma estamos amándonos a nosotras mismas.
Todas somos tú Frida. Mujeres fragmentadas y bellas, mujeres valientes y desgarradas pero mujeres con una voz alta y clara que reclama nuestro derecho a ser y a crear y a amar como si no hubiera un mañana.
Gracias Frida. Te quiero, amiga.
Precioso. No puede haber existido mujer con más fuerza vital para resurgir de sus cenizas. Me ha encantado. Gracias.