Caminar sobre las sombras del recuerdo
sentir como te abrasan los labios al hacerlo
morderte las ganas
secarte las lagrimas
secarte por dentro
desde la raiz y sin remedio.
Observar el tiempo en la distancia
envejeciendo lento, sin pausa
desfloreciendo por momentos
desde la niña que eres
la mujer que habitas
la amante abortada
sin cuerpo ni lecho.
Saber reconocer en el abismo
el apice de luz, la estrella invisible
grabada desde el dolor en la piel
Y una vez más – por favor la última-
un esbozo de sonrisa que ilumine
irrumpiendo en la noche oscura
esta verdad desde el silencio
desde el alma encendida
de belleza incandescente
Muy bella gracias