Por ti todas las hojas se desprenden
una a una van abandonándome,
en un recuento infinito termino
encontrandote; casi ya no mía.
Y siento el viento hasta en el alma
y busco sabiendo que podria entregarme: respiro de nuevo.
Clavo mi mirada en las huellas
que me dejo tu savia.
Arbol perenne; soy de ti
apenas lo que queda.
I
Ilustración: Pi Ortiz de Urbina
Poema: Leire Gandarias