Vendrás a mí como una ráfaga invisible
te enredarás en mis pies y mi cabello
insistirás en elevarme de mi misma
un palmo sobre lo que digo ser.
Necesito esa mentira despiadada
ese impulso, esa pértiga.
Necesito esa mirada atravesando el alma
esa lanza, ese testigo. .
Beberás de mí, yo tu fuente infinita
Recolectarás mi sal y saciarás mis ansias
Te detendrás a amarme, en sinfonía
hasta acallar el grito de mis cadenas.