Y llegas tú
Y todos los demás se recolocan
por debajo de ti, en orden inferior.
El corazón enamorado es un déspota
qué no conoce de igualdad ni de justicia,
y la razón apenas le saca una sonrisa.
Contigo todo se desmorona,
tu silencio, las comas y los puntos
esa aridez amenazante y prieta
y el maldito fuego que presiento…
Podría ignorar tu falta de dulzura
pero no consigo detener este deseo,
tanta es la sensación de cercanía
tanto el arrebato
tantas las ganas de saberte.
Llegas tú y todo se queda inmóvil
el olfato, la vista y el oído se agudizan,
pálpito y luz se me confunden
y apenas puedo retener una caricia.
Miras y es como si atravesaras mi piel
de repente todo mi ser te reconoce.
En un segundo consigues
qué olvide lo que soy y lo que fui
haces que desee ser una niña de nuevo.
Quiero jugar contigo a la luz de la luna
quiero quitarme el vestido y que me veas
quiero arrancarte una palabra, solo una.
Llegas tú y todo mi mundo se recrea.
Y eso sin siquiera tocarme
imagina lo que sera cuando te bese
y se caigan de golpe todas las estrellas.
Cuando tus manos me recorran
y se me derrita el alma gota a gota.
Y todo esto sin que tú lo sepas:
el secreto más ardiente de la historia.